jueves, 25 de junio de 2020

Carta a las familias (fin de curso)



Queridas familias: 

Ha sido un año inolvidable con un final totalmente inesperado, pero me quiero centrar en todos los buenos momentos vividos. Recuerdo esos primeros días de clase, ver sus caritas curiosas por conocer a esa nueva maestra, esos nervios de los primeros días, por volver a ver a sus compañeros/as, querer empezar los libros nuevos, volver a salir al patio, disfrutar de los momentos de juego… 

Y yo… también llegaba nerviosa, todo era nuevo para mí, nuevo colegio, compañeras de trabajo, nueva clase… y sin duda, mi mayor incertidumbre, ¿cómo me acogerán los niños y niñas? Rápidamente se disiparon mis inquietudes y nervios por qué conocí a los niños y niñas más maravillosos del mundo. Me acogisteis con los brazos abiertos, rápidamente me regalasteis vuestras sonrisas, pronto llegaron los primeros abrazos y de repente… las palabras más bonitas que una maestra puede escuchar “te quiero profe”. 

Hemos aprendido muchas cosas juntos, yo cada día aprendo algo nuevo con ellos. Una de las cosas más mágicas de mi trabajo, es poder ver día a día el mundo a través de sus ojos, unos ojos llenos de vida, de imaginación, de pureza, de sencillez… 

Lo más difícil de mi trabajo es la despedida, saber que te marchas y no sabes si les volverás a ver. Además, sé que mi recuerdo es perecedero, que algún día me olvidarán, o mi recuerdo se difuminará con el tiempo, pero espero que esas primeras huellas que estamos dejando en infantil sean huellas de amor, de diversión, de amistad, de cariño, de alegría, de aprender a ser… Que crezcan con unos cimientos basados en el respeto, la empatía, el cuidado a los otros, en la igualdad… 

También espero que sigan aprendiendo desde la diversión, el interés, la motivación… que nunca pierdan esas ganas de aprender que tienen ahora, esa curiosidad por todo lo que les rodea. Este año han aprendido muchas cosas, siempre intentando que ese aprendizaje se basara en el juego, en la manipulación, en la diversidad de actividades… Si algo tengo claro es que cada niño/a tiene sus ritmos y su forma de aprender y ahí es donde más hincapié pongo cada día, intentando ofrecer un mismo contenido de diversas maneras y siempre bajo el prisma del cariño y la paciencia. 

Durante el tiempo de cuarentena, me hubiera gustado haber estado más presente, haberos acompañado más, pero ha sido todo muy complicado y la niña en casa… me lo ponía muy difícil. Pensé muchas veces en hacer videollamadas, pero por las mañanas con la niña… imposible (es muy inquieta y lloronceta y con todo esto… la tengo todo el día pegada a mí) y por las tardes, fuera del horario, no me pareció oportuno y menos aún cuando empezaron a dejar salir a los peques a la calle. He intentado poner diferentes recursos a vuestro alcance para acercarnos un poco más y os pido disculpas por no haberlo sabido hacer mejor, para esto no estaba preparada, jamás pensé verme en una situación similar y espero que no se vuelva a repetir JAMÁS. 

Sólo tengo palabras de agradecimiento. Sois unas familias fantásticas y nunca me cansaré de daros las gracias por depositar en mis manos vuestro mayor tesoro, vuestros hijos e hijas. Me habéis acogido desde el principio haciendo que todo fluya, facilitando en todo momento mi labor como docente. 

Gracias, gracias y mil veces gracias. 

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